Qué mejor manera de comenzar mi andadura bloguera que anunciando la reciente publicación de mi nueva novela, La Torre Errante. Hace ya casi un año desde que la terminé, en el verano de 2017, pero no ha sido hasta el 21 de Agosto de este año 2018 que me he decidido a poner a la venta la novela gracias al sello editorial de auto-publicación de Amazon.

La Torre Errante es una novela de aventuras que forma parte de la serie Karl Jegger, desarrollada en conjunto por mi compañero J. A. Rubio y el que suscribe, siendo ésta la primera novela de la saga, como tal, en la que me he embarcado, tras haber publicado un primer relato en forma de novela corta titulado Karl Jegger y los Devoradores de Piedras, allá por el año 2013, junto a otra novela corta escrita por J. A. Rubio y que se titula Karl Jegger y el Último Guardián del Fuego.

La historia de La Torre Errante arranca en el año 1946, cuando Eleanor Pretzel, amiga de la infancia del historiador y aventurero Karl Jegger, recibe en herencia una valiosa biblioteca entre cuyos volúmenes se encuentra un misterioso códice medieval. En una carta póstuma de su tío abuelo, Lord Ronald Renwick, éste le revela a Eleanor su última voluntad, que no es otra que encargarle la protección del códice a su sobrina para impedir que las aviesas manos que lo codician puedan hacerse con él. A partir de ese momento, Eleanor se verá envuelta en una insólita investigación al respecto del incunable, el cual versa sobre una antigua leyenda de origen celta acerca de un misterioso torreón considerado como la puerta de entrada al Sídhe, el reino feérico de los espíritus, según la tradición celta. Con la ayuda de Karl Jegger, y del petulante aunque noble profesor Ludovic LaFosse, Eleanor intentará desentrañar el misterio mientras una oscura conspiración se cierne alrededor de ella.

Ahora que por fin la novela ha visto la luz, como autor sólo me queda esperar que mis lectores puedan disfrutar de las andanzas de los personajes que me han acompañado durante casi cuatro años. Y es que a veces algunos personajes son capaces de atraparte, de contarte ellos mismos sus propias historias, convirtiendo al escritor en un mero vehículo para hacerlos libres. Estoy seguro de que éste ha sido uno de esos casos y creo que es algo que se nota en el resultado final. Ahora sólo espero que todos mis lectores puedan disfrutar de la obra, aunque sea una mínima parte de lo que yo lo he hecho al escribirla.