Allá por el año 2003 (benditos tiempos universitarios) culminé, tras varios años de trabajo, un proyecto personal: mi primer álbum razonablemente escuchable de música electrónica, el cual titulé The Gates of Freedom. En mi afán de ser émulo de mis ídolos (musicalmente hablando) Jean-Michel Jarre y Mike Oldfield, compuse una serie de temas cuyos estilos variaban entre lo orquestal y lo puramente electrónico, dentro de las evidentes limitaciones en cuanto a medios y experiencia musical que tenía entonces.
Con mi teclado Yamaha, un módulo de sonidos Korg y una mínima edición del sonido en mi viejo PC pude completar un disco que sólo pudieron escuchar mis amigos y entre cuyas piezas se encontraba este Mundus Senescit que he recuperado 16 años después.
Tras escuchar hace unos días mi álbum, me entró cierta morriña por recuperar estas viejas canciones que descarté hace mucho por considerar que tenían una calidad muy pobre de sonido. Pensé, sin embargo, que este tema en particular podía tener una nueva vida si conseguía añadirle una base rítmica mucho más potente y nuevos efectos ambientales y melódicos, por lo que me puse manos a la obra y éste es el resultado, un remix que ha conseguido tener entidad propia. A partir del día 22 de Febrero de 2019, Mundus Senescit (The gates of Freedom) estará disponible tanto en Youtube como en plataformas digitales de música en streaming, como Spotify y Apple Music, entre otras muchas.
Descubrir que mi vieja canción de sonido enlatado podía convertirse en un tema más que digno con apenas un poco de maquillaje, ha supuesto toda una sorpresa para mí. Una experiencia que puedo comparar con volver a encontrarme con un pariente o amigo al que hace mucho tiempo que no había visto, descubriendo cuánto ha cambiado con el tiempo (para mejor). Quién sabe, quizá me anime a seguir haciendo nuevas remasterizaciones o remakes de estos temas antiguos, si el tiempo y mis muchas ocupaciones me lo permiten…
Y tú, ¿me acompañas en este viaje al pasado? Como la célebre frase latina que da nombre a la canción y que de algún modo titulé proféticamente, mundus senescit. Pasa el tiempo, y el mundo envejece.
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