¿Cómo nació Lo Que Surja? Es una pregunta que nos han realizado infinidad de veces en las entrevistas, charlas y festivales a los que nos invitaron a raíz de aquella inesperada pero decisiva publicación en el diario El País hace ya casi doce años. Corría el año 2006, y entonces éramos sólo un grupo de amigos, algunos estudiantes de Comunicación Audiovisual, como nuestro director Jose Luis Lázaro, y otros, como yo, totalmente ajenos profesionalmente al mundo de los medios, si bien, en mi caso, compartía una pasión común por todo lo relacionado con el mundo del cine, la literatura y la televisión —era el tiempo del resurgir de una nueva era dorada de las series que sigue vigente hoy día, cuando nacieron fenómenos como Perdidos, Mujeres Desesperadas, Fringe, Alias o el maravilloso reboot de Battlestar Galactica.

A tal pregunta siempre contestábamos lo mismo, sin faltar a la verdad: atraídos por la idea de hacer un cortometraje de temática gay —una idea que llevaba rondando la mente de Jose y de Jordi González, nuestro guionista, durante mucho tiempo—, decidimos finalmente juntarnos una noche para grabarlo, aunque el maratoniano rodaje no dio el resultado esperado y jamás logramos terminarlo, todo sea dicho —y no me cuesta reconocerlo— por lo nefasto y malísimo que era el material rodado, amén de nuestras mediocres interpretaciones y la inexistente planificación. Tras el fiasco de aquel rodaje recuerdo que, semanas más tarde, estábamos cenando en casa de los padres de nuestro amigo Dani, cuando yo le propuse a Jose aprovechar el material grabado para hacer un falso trailer, simulando pertenecer a una serie que jamás sería estrenada. Y así fue que nos pusimos manos a la obra y nos juntamos una tarde en casa de sus padres para hacer un montaje con el material grabado a pesar de nuestros precarios medios, que yo completé con algunas animaciones hechas en Flash —había realizado un curso de animación en la universidad como asignatura optativa, meses atrás— y la ayuda de Dani para la animación de la intro con las letras de Singermorning —el nombre de nuestra por aquel entonces imaginaria productora—, dando como resultado el trailer de lo que luego terminaríamos llamando Lo Que Surja Zero.

A raíz de aquel trailer que colgamos en la incipiente plataforma de Youtube —que por aquel entonces ni siquiera pertenecía a Google—, y a pesar de lo pobre del material original, la idea pareció tener su gancho, pues inesperadamente la gente de nuestro entorno respondió positivamente, e incluso gente ajena a nosotros nos dio su bendición. Aquello nos animó a retomar aquel proyecto fallido, y fue así que decidimos tomarnos en serio la idea de hacer una serie de temática, recuperando nuestro sueño de contar una historia basada en nuestras propias vivencias y en la que aportar nuestra particular visión de ese mundo gay que empezaba a moverse a través de las nuevas redes sociales, de los chats y el hoy difunto MSN, de los pubs de ambiente que yo había empezado a frecuentar sólo un par de años antes, de esa salida del armario que algunos del grupo ni habían realizado aún. No lo sabíamos entonces, pero ese verano de 2006 acabaría cambiando nuestras vidas para siempre, en mayor o menor medida.

Recuerdo con mucho cariño la cena en aquel chino cerca de casa de Jose, en la que ambos empezamos a hablar de las posibles tramas que se nos ocurrían para la serie y que luego propusimos entusiasmados al resto del grupo, no sin cierto miedo a que nos llamaran bichos raros por nuestras locas ideas. Nada más lejos de la realidad: Miguel, Sergi, Dani y Javi —que a la postre conformarían el resto de nuestro reducido equipo— quisieron participar, y fue así que al final, Jose, Jordi y un servidor nos embarcaríamos en la escritura de un guión preliminar, que luego acabaría rematando Jordi y firmando él a solas. Fue con aquellos folios en mano, y mediante la nueva cámara que había comprado Jose, que empezamos un rodaje durante el verano de ese año 2006. Acabaríamos terminando justo a tiempo para estrenar el primero de los cinco capítulos que conformaban la primera temporada el 29 de Octubre de ese mismo año.

Fotografía para el periódico El País

La sensación de recibir las primeras visitas cuando colgamos nuestros capítulos, los nervios al no llegar a tiempo para comprimir los videos en el formato y calidad adecuados, los primeros comentarios de espectadores que habían descubierto la serie por cuenta propia, fue toda una experiencia que a día de hoy aún me emociona recordar. El esfuerzo realizado durante meses dio finalmente sus frutos cuando recibimos ese feedback positivo. Llegamos a las 1000 visitas y ya consideramos aquello todo un éxito, y sin embargo todo estaba por explotar aún, pues antes de que colgáramos el último episodio de la temporada recibimos una petición de entrevista por parte de el diario El País para hacer una reseña de la serie en la sección provincial del periódico, gracias también a la colaboración del blog DosManzanas que fue de los primeros en ayudarnos a promocionar la serie. Emocionados con la perspectiva de que nuestra obra llamara la atención de un medio tan importante como El País, y a la espera de comprar con ilusión el número en que saldría el artículo, uno o dos días antes de su publicación nos avisaron de que el reportaje no se hallaría finalmente en la sección provincial, sino en toda la tirada nacional. Aquello nos entusiasmó, pero aun así no podíamos imaginar la repercusión que acabaría teniendo.

Yo acababa de empezar a trabajar aquel verano en mi primer trabajo como informático. Era un lunes de noviembre, y de camino a la oficina compré ilusionado el periódico. Leí con fruición el artículo en el metro, presa de una emoción que latía dentro de mí al comprobar que el trabajo de tantos meses se había visto reconocido. Pero fue al llegar al trabajo, sobre las 8 de la mañana, y cuando abrí el correo electrónico que mi corazón dio un vuelco. Recuerdo ver aquellas palabras escritas en el remite de uno de los correos con incredulidad total: REDACCIÓN LA SEXTA NOTICIAS. No era el único email que habíamos recibido. A éste le seguían otros tantos, de INFORMATIVOS TELECINCO, 20 Minutos, Cuatro, LA SER, y así una retahíla de medios que deseaban ponerse en contacto con nosotros para hablar de nuestro trabajo. Cogí inmediatamente el teléfono y llamé a Jose con tanta emoción que apenas sí podía hacerme entender para darle la noticia: habíamos logrado algo de lo que apenas habíamos sido conscientes. Nos habíamos convertido en la primera serie online de temática gay de España, además de una de las primeras webseries de ficción de nuestro país, y hubieron de ser los medios quienes vinieran a hacérnoslo entender. Habíamos hecho historia, y aún no nos habíamos dado cuenta.